Chespirito: Sin querer queriendo, una telenovela de violencia disfrazada de biopic

Roberto Gómez Bolaños es, sin duda, uno de los comediantes más importantes de la lengua hispana. Con una creatividad inigualable, creó una infinidad de personajes que han hecho reír a generaciones. Aunque su figura no sea la más intachable, es innegable reconocer que fue un verdadero genio.
Dicho esto, Chespirito: Sin querer queriendo es una serie que busca enaltecer la figura de este artista. Escrita y producida por sus hijos, la serie se siente más como una telenovela de los años 90 que como un drama biográfico sobre la vida de Roberto. Además, parece un ataque directo hacia Florinda Meza y Carlos Villagrán.

El personaje de Quico es retratado como una caricatura de un hombre altanero y burlón, que constantemente boicotea el programa. No digo que no existiera un ambiente hostil, pero la exageración en la representación de Villagrán es ridícula y hace que el relato pierda fuerza. No se puede tomar en serio ese nivel de hostilidad.
Florinda Meza es presentada como una mujer manipuladora que seduce a un hombre casado y de buen corazón. Aunque con el pasar de los episodios su personaje se vuelve más directo y ya no está tan marcada como una “rompehogares”, sigue siendo la culpable de todo: es ella quien presiona, quien controla y quien no deja espacio para el cuestionamiento.

En contraste, Chespirito es mostrado como un hombre de corazón puro que simplemente cae en la tentación. Nunca parece ser un adulto que toma sus propias decisiones, sino una víctima que todos buscan dañar. Esto, nuevamente, le quita credibilidad a la historia.

La serie tiene momentos genuinos de la vida de Roberto, como el viaje a Acapulco, el intento de pasarse a Televisa, o la compra del Canal 8, entre otros. Pero muchos otros parecen diseñados únicamente para ser recortados y compartidos en redes sociales, descuidando por completo la narrativa y el tono general.
En cuanto a las actuaciones, no tengo mayores quejas. Logré ver a todos estos personajes bien encarnados, especialmente a Ramón Valdés, interpretado fielmente por Miguel Islas. Tampoco digo que no la vean: a pesar de todos sus fallos, me emocioné en los momentos indicados y tiene un aire de nostalgia genuina por un artista tan grande. Pero me decepciona profundamente que una oportunidad como esta haya sido desperdiciada. Se pudo contar una gran historia, pero prefirieron el chisme de redes sociales y los momentos virales.
Chespirito: Sin querer queriendo está disponible en HBO Max. También pueden encontrar El Chavo del 8 en Amazon Prime Video y, desde el 11 de agosto, en Netflix. El Chapulín Colorado está disponible en Amazon Prime Video.
