HOMBRE LOBO: TRANSMUTACIÓN ASESINA

Hay clásicos del terror que han trascendido la historia a través de incalculables generaciones, ya sea como tradición para compartir enseñanzas o como leyendas que se susurran al oído por si es que llegan a ser realidad. Este 23 de enero y gracias a Andes Film, Blumhouse Productions y Universal Pictures, la pantalla grande revivirá uno de los clásicos del terror, el Hombre Lobo en su versión más oscura y renovada.
Dirigida y escrita por Leigh Whannell, este rodaje se centra en la vida de Blake (Christopher Abbot) quien vive en San Francisco con su esposa e hija quienes tras de recibir la notificación de la muerte de su padre quien vivía en una alejada granja de Oregón, deciden tomarse unas vacaciones en donde son atacados por una extraña criatura.
Un film que mantendrá la atención captiva de la audiencia a lo largo de sus 103 minutos de proyección gracias a lo interesante de su trama que se asemeja más a lo que vendría siendo un Thriller Psicológico y que desde la segunda mitad en adelante da un giro que inyecta nuevamente de potencia a la película, haciéndose en cada momento más y más intrigante.

El juego entre las emociones y la cercanía del padre con su hija son el eje angular de todo el film, lo que cobra un rol primordial al momento de la transformación del protagonista a esta criatura despiadada y hambrienta. Un extraño y singular pivoteo entre la fotografía del mundo real versus la visión animal del hombre lobo le dan autenticidad a la cinta y la música de Benjamin Wallfisch hace su trabajo como anillo al dedo.
Es una trama interesante, ambientada en una época relativamente actual que cuenta con cortes escénicos bastante peculiares y oscuros, pero que sabe jugar con los silencios cuando son requeridos y la oscuridad cuando es necesaria para ocultar lo que se esconde cuando todo vestigio de humanidad se ha perdido.
23 de Enero- Sólo en Cines.