PRESENCIA: Soderbergh se atreve con un drama familiar en el umbral de los sobrenatural

Dirigida por Steven Soderbergh, la película juega con la idea de lo sobrenatural mientras explora dinámicas familiares complejas, la pérdida de seres queridos y la redención. Aunque el tráiler del filme pudiera haber sugerido un relato típico de horror paranormal en una casa embrujada, Presencia se aleja de esa clasificación, presentando un drama familiar con tintes de misterio y una ambientación en el reino de lo inexplicable.
La cinta nos ofrece una experiencia distinta dentro del subgénero, con un enfoque narrativo que pone al espectador en la perspectiva del propio espectro, mientras éste observa de cerca los pasos de los protagonistas humanos.
La dirección de Soderbergh es, como la mayoría del tiempo, innovadora. El cineasta conocido por su capacidad para reinventarse a sí mismo en cada proyecto, explorando una variedad de temáticas desde la trilogía Ocean’s (2001 / 2004 / 2007) hasta Contagio (2011), se inclina esta vez por un tratamiento más introspectivo para sumergirnos en la trama. Desde la particular óptica para narrar, las tomas continuas y largas, y la transición entre escenas, Presencia (2024) logra a cabalidad mantener al público al borde de su asiento, en un silencio rotundo, esperando a que se desate alguna tragedia entre tanta tensión construida por varios frentes. Esta estrategia, que podría recordar a su trabajo experimental en The Girlfriend Experience (2009), requiere de la paciencia del espectador, busca más evocar sensaciones que brindar respuestas rápidas, invitando a la audiencia a cuestionar lo que está ocurriendo incluso después de terminada la proyección.

Los elementos más impresionantes de la película son, sin duda, la cinematografía y el trabajo de cámara. Cumple con crear una sensación de vigilancia constante, y de estar presentes en los conflictos del hogar como testigos privilegiados. Con un presupuesto ajustado y un rodaje que se completó en sólo 11 días, Soderbergh brinda un producto final aceptable y atractivo. El desempeño actoral es suficiente, principalmente el de Lucy Liu interpretando a la madre, Rebekah, una mujer atrapada en sus propios problemas laborales, y Callina Liang como Chloe, la hija retraída y traumatizada, sin embargo, hay un miembro del resto del elenco que interrumpe con la fluidez de la suspensión de incredulidad, entregando sus diálogos con poca convicción y restando el impacto de su personaje.
El largometraje tiene bastantes ingredientes favorables, como por ejemplo la individualidad de cada miembro de la familia Payne, quienes demuestran tener vidas personales propias y tridimensionales, pero al final puede frustrar a muchos la falta de resolución a las preguntas que se instalan, su lento ritmo inicial y guion simplista. Finalmente, Presencia (Presence en inglés) es un giro interesante tanto para el terror y el suspenso, como también dentro de la consolidada carrera de su director. Vale la pena para analizar, y además observar cómo se podría seguir reimaginando un género medio agotado del cine.
Presencia fue estrenada en el Festival de Cine de Sundance el 19 de enero de 2024, y gracias a Diamond Films llegará a los cines de Chile a partir del 13 de marzo de 2025.